Puede que a la película de El Cuervo le acompañe una conocida leyenda negra, aunque este 30 de agosto vuelve para reavivar su legado. El personaje vuelve después de la aplaudida versión de 1999 de los cómics de James O'Barr, y lo hace adaptándose a la perfección a los nuevos tiempos.

Cuenta la historia de Eric Draven, un hombre enamorado que, tras pasar por algunas adversidades y ser por fin feliz, ve cómo matan a su novia delante de él. Sin embargo, el mundo de los muertos le reclamará para ayudarle a cobrar su venganza y demostrar su verdadero amor; sobre todo porque el responsable de su tragedia es alguien que no debería estar entre los vivos.

1. Apta para no-románticos

Es evidente que el mayor reclamo de la historia de El Cuervo es su historia de amor, que motiva toda la trama. Evidentemente, el espectador no se encontrará una aventura a lo Elísabet Benavent; pero sí un sentimiento que intenta comprender algo más allá de lo romántico.

2. Un nuevo cuervo

Es inevitable no mirar a Bill Skarsgård y acordarse de Pennywise, el payaso de It; aunque con este personaje consigue huir de su propia carrera y del personaje Brandon Lee. Sin desmerecer al que fue el original, Skarsgard consigue darle un enfoque más vulnerable a su antihéroe; sin descuidar las partes más crueles y sangrientas de su historia. Lo que nos lleva a...

3. La bestialidad del año

Cuando una película se proclama como gore, normalmente hay decepciones. En este caso, puede que El Cuervo peque de no avisarlo suficiente: no escatima a la hora de mostrar escenas explícitas, ideales para cualquier espectador que vaya con ganas de ver un cóctel de sangre a la altura del Kill Bill de Tarantino.

4. LA escena

Los estrenos previos en otros países coinciden en cierta escena, una lo suficientemente impactante como para ser resaltada en el conjunto del film. No haremos spoilers, obvio, pero sí que podemos decir que en su metraje hay un momento de varios minutos que se quedará en la mente de sus espectadores incluso después de los créditos. Una pista: es a ritmo bien clásico.

5. Ni un respiro

Puede que su arranque te deje algo melancólico, pero rápidamente cambia de tono. La acción es la marca de la casa de El Cuervo, que promete hacer que no dejes de mirar ni un minuto de la pantalla. Desde persecuciones a tiroteos, la venganza del protagonista no dará tregua a sus villanos, aunque tampoco a su público.