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Muere Chester Bennington, vocalista de Linkin Park

Podría que decir que el soundtrack de mi adolesencia lleva su voz, hoy despedimos a Chester, una voz que creció con toda una generación.

Todos tenemos una banda o una voz que nos acompañó o formó parte importante de un momento específico de nuestras vidas; Para muchos podrá sonar exagerado o dramático, pero estoy segura muchos entenderán lo que quiero decir y se sentirán identificados.

En mi caso Linkin Park marcó una época en la que muchos nos sentimos más vulnerables, muchos sentimientos, ganas de hacer muchas cosas, muchas decisiones que tomar, nada más complicado que la adolescencia.

Durante esos años, uno de mis momentos favoritos era entrar a mi cuarto, cerrar la puerta (Si es que mi papá no se molestaba por eso) y poner "Papercut" a todo volumen; Era un momento perfecto para organizar mis ideas, para crear, para escribir, para ser yo en mi propio espacio y en un idioma que solo yo creía entender.

Hoy muchos años después, me despierto con la noticia de que Chester Bennington (vocalista de Linkin Park) fué encontrado muerto, con solo 41 años, en plena gira, con disco nuevo, miles de fans y seis hijos.


Los medios de comunicación reportan que fué un suicidio, otro más; Estos últimos años se han llevado a muchos heroes musicales, nos queda la sensación de no saber porqué, de sentir que lo tenían todo porque aún como sociedad no entendemos que la fama y el dinero, no lo son todo.

Seguimos viviendo en una sociedad en la que el suicidio es una palabra sucia, en la que no se quiere hablar del tema pero se siguen perdiendo vidas; Se evita hablar de los sentimientos, se vé la tristeza como una debilidad, la depresión como un imposible y condenamos a quien no sonríe todos los días.

De Chester nos queda su voz, su sonrisa y todo el talento que nos regaló, de su partida nos queda por el momento la lección de no dejar de hablar, de no guardar sentimientos y de siempre cuidar al que tenemos al lado, mirar sus ojos y saber si realmente ese "Estoy bien" es real.

Entendamos que al final no tenemos el control sobre todo, aprendamos a indentificar lo que sentimos y comenzar a expresarlo en el momento justo. La vida es ya ¡A vivirla!


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