Hackeando la mente humana para resolver conflictos
La mente humana es tal vez una de las cosas más complejas e inexplicables que tenemos hoy en día en nuestro cuerpo, pero: ¿Hasta donde sabemos de ella?
En la guerra uno de los problemas más grandes que se generan posterior o durante de ella es la tensión psicológica a la que son sometidas los soldados o las personas que están participando de ella. La incertidumbre de saber que en cualquier momento probablemente puedan ser asesinados o mueran de forma casi automática, es algo que no se le desea ni al peor de los enemigos, pero para muchas de esas personas es su pan de cada día.
Casos como el de un psicólogo llamado Eran Halperin, que estaba luchando en el Ejército de Israel cuando sufrió graves heridas que lo pusieron a preguntarse si había alguna otra salida que no fuese la de una guerra perpetua. En su momento dijo lo siguiente: "No podemos simplemente aceptar esto como la única situación en la que tenemos que vivir".
Esto inspiró a investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos para que análizaran mucho más a fondo el conflicto palestino-israelí y lo utilizaran como una especie de "laboratorio natural", que les permitiría estudiar como resolver algunos enfrentamientos eternos desde la psicología.
Uno de los experimentos más interesantes realizados por este grupo de investigadores, es que se dieron cuenta de que los enfoques tradicionales para solucionar conflictos estaban totalmente errados, ya que solamente lograban que las personas radicalizaran mucho más aún las ideas ya radicales que de por sí tenían.
Según el psicólogo que les mencionamos al principio, ellos usaron diferentes estrategias para diferentes propósitos. Lo principal a tener en cuenta es que cada proceso psicológico es relevante para resultados específicos y con respecto a grupos específicos". El pensamiento paradójico lleva a reconsiderar sus posiciones a quienes tienen puntos de vista más extremos. "En otros casos, hemos utilizado el entrenamiento de regulación de las emociones, que es principalmente efectiva para reducir las emociones negativas y el consecuente apoyo para la agresión", dice Halperin.
Al final se dieron cuenta de que reduciendo al absurdo las ideas de las personas más radicales sin ponerse a confrontarlas, usando el pensamiento paradógico, podían llegar a moderar las posiciones de las personas en los conflictos, logrando que se puedan bajar un poco los ánimos y las ganas de seguir en batalla.